Newsletter // Enero 2013 // Número 06 - info.argentina@ceva.com.ar  
     
 
 

LARINGOTRAQUEITIS INFECCIOSA*

La Laringotraqueítis Infecciosa (LTI) es una enfermedad viral aguda que afecta las vías respiratorias de las aves. 

El agente etiológico es un herpes virus perteneciente a la misma subfamilia del virus de la enfermedad de Marek. El virus se encuentra casi exclusivamente en el tracto respiratorio y puede permanecer latente durante largos períodos en las aves infectadas. Su transmisión es únicamente horizontal.  La presentación de la enfermedad provoca graves pérdidas económicas debido a la alta morbilidad, mortalidad y a la disminución del desempeño productivo de las aves.

El virus de la laringotraqueítis infecciosa (VLTI) es un miembro de la familia Herpesviridae, subfamilia Alphaherpesvirinae, género Iltovirus, especie gallid herpesvirus 1.

La familia Herpesviridae reúne un gran número de virus que tienen como característica común la arquitectura del virión, que contiene una nucleocápside icosaédrica con una molécula de ADN de doble cadena, rodeada por una sustancia amorfa y una envoltura glicoproteica. La forma de las partículas virales puede variar de esférica a polimórfica y mide 120-200 nm de diámetro.

Los virus de la subfamilia Alphaherpesvirinae tienen como característica principal el establecimiento de latencia en neuronas de los ganglios sensoriales después de la infección aguda. La capacidad de establecer y posteriormente reactivar las infecciones latentes juega un papel clave en la perpetuación de estos virus en la naturaleza. Las glicoproteínas que forman parte de la envoltura poseen finas espículas y son responsables de la estimulación de la respuesta inmune humoral y celular.

El virus ingresa al organismo del ave por vía respiratoria superior y se replica principalmente en el epitelio de la laringe, tráquea, conjuntiva y senos nasales. Algunas cepas virales pueden tener gran capacidad citolítica en estos tejidos, especialmente en tráquea, lo que resulta en daños graves en el epitelio. No existen evidencias de que el virus realice una fase de viremia. El virus puede ser aislado de tráquea por lo general de 6 a 8 días post-inoculación. Después de la replicación en la mucosa traqueal, el virus invade las terminaciones nerviosas y es transportado a través del flujo axonal retrógrado al ganglio trigémino, donde puede permanecer en latencia durante muchos meses.

El virus no se puede recuperar en la fase latente de la infección donde se produce una transcripción restringida del genoma viral en las neuronas infectadas con producción de transcriptos asociados a latencia conocidos como LAT (latency associated transcripts). Periódicamente, el virus puede reactivarse de manera espontánea o la reactivación puede ser inducida por factores de estrés, como el comienzo de la postura o exceso de calor o frío. En función de las características del virus descriptas, las partículas virales son inactivadas por agentes lipolíticos como cloroformo, éter y detergente que disuelven la envoltura viral. Los viriones también son sensibles a fenol al 5% y cresol al 3% en menos de un minuto, además se inactivan con formalina, hipoclorito y desinfectantes iodóforos.

La información disponible respecto a la estabilidad del virus al calor varía considerablemente. De acuerdo a determinados estudios el virus se inactiva cuando se expone a 55 °C durante 15 minutos o 38 °C durante 48 horas, aunque otro estudio indica que después de 1 hora a 56 °C aún podría detectarse virus viables. En el exudado traqueal y en la carcasa, el virus puede permanecer viable durante 10 a 100 días a temperaturas entre 13 y 23 °C, aunque otros estudios indican que la infectividad se elimina de las carcasas en menos de 44 horas a 37 °C.

En conclusión, el conocimiento de las características del virus es esencial para el control de la enfermedad. De este modo, a partir del establecimiento de un plan de prevención y control basado en un estricto programa de bioseguridad y en la implementación de un plan vacunal adecuado puede minimizarse el riesgo de exposición al agente así como las pérdidas ocasionadas por la manifestación clínica de la enfermedad.

*Autor: Med. Vet. Lucas Sara, Representante Técnico Avícola de Ceva Salud Animal.


 
 
PARA LA CORRECTA APLICACIÓN 

SISTEMA HATCH SPRAY DESVAC

El HATCH SPRAY es una máquina de spray semi-automática para la aplicación de vacunas en aves de un día por el método de rociador. Este método se recomienda normalmente para IB, ND y TRT. Para cada vacuna existen boquillas rociadoras de diferente medida.

 

Su funcionamiento se basa principalmente en los componentes neumáticos. La máquina dispone de un sistema de rodillos y guías, que hace que el manejo de las cajas sea más ligero y sean colocadas en la posición correcta durante la vacunación. Una placa de acero inoxidable bajo el sistema de rodillos recoge el exceso de líquido en caso de ser necesario. La pulverización se inicia y se detiene por medio de un pistón neumático que cumple con los estándares más altos y ha sido fabricado para un uso intensivo. El contador de la caja de control cuenta automáticamente todas las cajas que han  rociado.

 

Los 4 boquillas pueden cubrir las cajas de 40-50 cm (16-20'') de ancho y una largo de 60-65 cm ('' 24-26). El recipiente de vacuna tiene una capacidad de 5 litros y la línea de aspiración cuenta con un filtro.

 

Presenta a su vez un regulador de presión que trabaja sobre la presión de trabajo de la maquina, indistamente de la presión de línea. Antes de estos se cuenta con dos filtros de aire/aceite para evitar complicaciones en los sistemas neumáticos.


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